Servicios acreditados por la Junta de Extremadura
924 234 836
633 679 524

Badajoz
C/ San Sisenando 4, Local 1

924 552 344
648 867 252

Zafra
Avda de la Constitución 8, A

924 536 502
647 519 640

Mérida
C/ Juan Pablo Forner 1, 1º Despacho 13

924 536 502
647 519 640

Don Benito
C/ Alemania 2, 1ºB

El estrés y cómo nos afecta

Buenos días a todos.

Una semana más nos vemos (o leemos) por aquí. En esta ocasión vamos a intentar explicar el misterio que es el estrés y el cómo nos afecta a distintos niveles, duda que le ha surgido a una usuaria de Badajoz tras intentar explicarle cómo el estrés no sólo nos lleva a perder el pelo, sino que afecta a nuestra musculatura y a nuestro organismo.

 

Para empezar un poco de historia:

La evolución nos ha llevado muy lejos, pero hay que recordar que venimos de grupos de seres que se agrupaban para realizar labores de recolección y caza para mantenerse vivos. La primera tarea no tenía ninguna dificultad, más allá de conocer cuales eran las bayas correctas para dar de comer y cuales eran las que cribaban la población. En el aspecto de la caza obligaba a mayor atención, tanto para salir corriendo detrás de la presa, como para evitar posibles depredadores, por lo que teníamos que tomar posturas ventajosas para responder rápidamente a ambas situaciones.

Además, nuestro cuerpo, que es así de pensador, nos preparaba bioquímicamente para responder más rápido y mejor a los estímulos externos que pudiéramos encontrarnos, para ello desarrolló una hormona, el cortisol, que se libera en situaciones de estrés (recordemos que hablamos de la situación cuando un león viene corriendo detrás de nosotros o tenemos que correr si queremos cenar ese día). Aquí es donde vienen las curvas. Ésta hormona, entre sus muchos efectos, presenta los siguientes (efecto y efecto secundario, de mantenerse durante mucho tiempo activa):

  • Aumenta el nivel de glucosa en sangre. ¿Por qué? Porque los músculos y el cerebro necesitan combustible eficiente para mejorar su función, no queremos que las piernas nos fallen a mitad de una carrera. Todo lo que no se pueda convertir en glucosa sencilla para seguir funcionando, se pasa al hígado y se convierte en reserva para después (ésta pasará a la larga a formar parte de la grasa que se acumula donde no debería y que tantas horas de gimnasio nos cuesta quitar).
    • Si se mantienen durante mucho tiempo, puede dar pie a niveles bajos de insulina o resistencia a la misma (diabetes), así como un aumento inusitado de la grasa corporal.
  • Disminuye la creación de colágeno y de hueso ¿Por qué? Cuando tienes un oso detrás tuya, el cuerpo comprende que generar sistemas de soporte y de almohadillado son una cosa que puede esperar para después.
    • Si se mantiene, llevará a un mayor roce en las articulaciones, con un mayor desgaste y por otra parte a una menor densidad ósea (osteopenia).
  • Afecta al sistema inmunológico. ¿Por qué? Inhibe la producción de una pequeña parte de los leucocitos, la parte que mejora con las vacunas, y deja de producirlos durante el tiempo que sea necesario hasta que pase el peligro.
    • Si se mantiene, nuestro sistema inmune descenderá a unos niveles peligrosos para mantener un buen estado de salud, lo que va a provocar que seamos más susceptibles a infectarnos con agentes externos.
  • Afecta a la memoria. ¿Por qué? Al cerebro le gusta recordar que SI hacemos ese ruido cerca de una serpiente se va a molestar mucho, por eso es bueno recordar que ruidos hay que evitar delante de que animales.
    • Si se mantiene, afectará al hipocampo (la parte del cerebro que se encarga del aprendizaje) y nos obligará a mantener un estado continuo de aprendizaje lo que dañará la memoria a largo plazo.
  • Afecta a la presión sanguínea. ¿Por qué? El cortisol libera epinefrina, que es más o menos, adrenalina propia del cuerpo. Ésta ayuda a que llegue más sangre a todos lados y sólo se consigue haciendo que el motor de bombeo funcione a mayor velocidad.
    • Si se mantiene, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares de todo tipo.
  • Afecta a la función reproductora. ¿Por qué? Porque se salta varios sistemas de seguridad que tenemos presente en el cuerpo, sobre todo en el caso de las mujeres. Cuando tienes un peligro justo detrás, lo más importante es que te salves tú (el cuerpo es, siempre y ante todo, egoísta) y ya mañana tendremos oportunidad de crear nueva vida.
    • Si se mantiene, estos niveles pueden provocar una infertilidad en el caso de las mujeres más agudo, ya que tienen un sistema reproductor más complejo donde intervienen más hormonas. OJO, que a los hombres les cambia el nivel hormonal y eso les suele afectar al pelo de la cabeza, con lo que se pierde antes.

Bien. ya sabemos para lo que nos preparaba el cortisol, o lo que es lo mismo, la función del estrés en nuestro cuerpo. Todo esto nos va a ayudar a comprender mejor lo que nos ocurre a diario.

 

El estrés del siglo XXI

A día de hoy tenemos la suerte de no necesitar salir corriendo delante de un león o tras una gacela. Aunque tenemos nuestras necesidades de comida satisfechas, pero puede que en vez de un león nos encontremos con un conductor imprudente que nos obligue a saltar hacia la acera. El principal problema para el estrés que presenta esta sociedad a día de hoy es el que nos autoimponemos, bien sean laborales, familiares o «de relax». Vamos a intentar explicar esto:

  • Laborales: Cuando el entorno laboral es incómodo por malas situaciones, mala iluminación, una sobrecarga de obligaciones o un deficiente reparto de tareas, entre otras muchas. Cualquiera de estas situaciones nos aumentará el nivel de cortisol en sangre en mayor o menor medida.
  • Familiares: En no pocas ocasiones, nos obligamos a hacer muchas cosas con la familia, bien sea ver partidos de los hijos, visitas a familiares que están lejos, compromisos sociales con amigos en los cuales no nos encontramos cómodos. En cualquier situación en la que no nos encontremos cómodos debemos tener en cuenta que aumentará el nivel de estrés.
  • De relax: Es todo aquello que no lo podemos situar en las otras opciones. Si es que queremos salir a jugar una partida de cartas con los amigos, pero tenemos muy mal perder, eso no lleva a aumentar el estrés. Si queremos salir a correr, pero sabemos que tenemos que ir corriendo porque luego tenemos que salir para nuestra siguiente cita, no nos va a ayudar tampoco.
  • IMPORTANTE. Estamos hablando de situaciones que provocan picos de estrés y que debemos evitar, pero eso no significa que no vayamos al trabajo ni a visitar familiares, simplemente que debemos desconectar una vez terminemos la tarea estresante.

 

Pero, ¿qué tiene que ver con la salud?

Buena pregunta, una vez hemos llegado a la explicación básica de cómo se ha producido todo esto, debemos saber qué provoca. Ya hemos visto lo que puede hacer el cortisol sobre nuestro cuerpo si lo mantenemos durante mucho tiempo, pero a nivel muscular nos provoca más molestias, ya que hay que tener en cuenta que cuando sufrimos situaciones de ese tipo, nuestro cuerpo tiende, de forma totalmente involuntaria, a la posición de partida. ¿Y qué nos ocurre cuando tenemos una misma posición durante mucho tiempo? Efectivamente, contracturas musculares.

La mayor parte de las molestias musculares que aparecen en casos de estrés tienen que ver con los músculos trapecio, romboides y escalenos, que son los encargados de subir los hombros, agachar y adelantar la cabeza. Esta postura, genial para su función inicial, no es tan buena si se mantiene a lo largo de una jornada laboral de 8 horas. Por lo que las molestias musculares son un problema evidente.

Por otra parte, el sobreesfuerzo va a llevar a una fatiga mental muy alta, todos nuestros sistemas se centran en darle más combustible al cerebro, por lo que usaremos más una parte del cuerpo que otra y por eso terminaremos con molestias a ese nivel.

Por supuesto que hay muchas más formas de dolor a distintos niveles, tantas como personas que lo sufren, por lo tanto, aunque éstos son los principios básicos, pueden variar enormemente de un caso a otro.

 

Y para evitar estas molestias, ¿qué puedo hacer?

Esta respuesta es muy sencilla, tan sencilla que todos la sabemos pero nos cuesta ponerlo en práctica. Evitar las situaciones estresantes en la medida de lo posible, aprovechar el tiempo que tenemos libre para descansar y reposar en compañía de nuestro entorno más querido que siempre ayuda a relajarnos. Y, lo más importante, desconectar lo máximo posible de nuestras actividades: si estamos en el trabajo, nos tenemos que quitar de la cabeza los problemas de casa, si estamos en casa tenemos que olvidarnos del trabajo. Fácil de explicar, difícil a la hora de poner en práctica.

 

Y con esto esperamos haber resuelto la duda, aunque hoy hayamos escrito un poco por demás.

Nos despedimos hasta la semana que viene, desde Dependencia en Extremadura.

Comments are closed.