Buenos días a todos, una semana más nos vemos por aquí para seguir resolviendo las dudas que nos plantean nuestros usuarios. Hoy vamos a explicar de la mejor manera posible ese gran misterio que es la Hidroterapia.
Para empezar, lo ideal es siempre buscar la definición más accesible, la de nuestro diccionario. Aunque un poco escasa, es bastante clara. Usar el agua como medio para tratar una patología. Dicho así queda un poco en vilo, ya que podemos pensar: Sí, pero, ¿cómo se usa el agua? ¿Se bebe, se baña uno en ella? La realidad es que todo lo que implique agua como tratamiento es hidroterapia, desde un baño de vapor en una sauna, el grupo de ejercicios que se realiza en una piscina o la compresa de agua caliente que se aplica sobre la frente, como antiguamente.
¿Y lo que hace el fisioterapeuta en el agua? Buena pregunta. Al igual que la mayoría de las técnicas de medicina, llevan a error por los nombres similares pero distintos. En el caso de un fisioterapeuta en el agua, el único profesional sanitario capacitado para usar terapias físicas para la recuperación de patologias, pueden utilizar técnicas que reciben el nombre de Hidrocinesiterapia, Terapia Halliwick, Ducha Vichy, etc. Por comodidad y facilidad a la hora de explicarnos se usa el término más amplio y ambiguo de Hidroterapia.
Otra característica de la hidroterapia es la temperatura del agua en la que vamos a trabajar, ya que es muy diferente el efecto sobre el cuerpo de un agua fría, templada o caliente. Si lo que buscamos en entrenamientos de potencia, resistencia o cualquier tipo de esfuerzo más o menos contínuo necestiaremos agua fría para mejorar la refrigeración del cuerpo y con ello mejorar el trabajo.Si buscamos una terapia relajante, decontracturante y para terminar una sesión, lo ideal es buscar el agua lo más calentita posible. Dejaremos la tibia para aquellos ejercicios con pacientes que tengan más dificultades pero busquemos mejorar y potenciar.
En el caso de cualquier aplicación para la mejora de la salud, sí, estamos hablando de hidroterapia, lo cual es algo amplio y muy difuso. En el caso de los tratamientos que realizamos desde Dependencia en Extremadura en las instalaciones acuáticas nos referimos siempre a ellas como hidroterapia, aunque en base al paciente que se tenga y la patología que presente, se tratará con una específica u otra. Para aclarar un poco la ambigüedad que se nos presenta, y gracias a la cooperación de nuestros fisioterapeutas, pasamos a explicar tres de las técnicas que se pueden usar. Hemos elegido sólo tres porque más podría llevarnos todo el día y un blog al completo para ello.
TERAPIA HALLIWICK
Se trata de una terapia creada y desarrollada por James MacMillan aprovechando la mecánica de fluidos, gracias a ésta ayuda a la mejora del equilibrio y con el objetivo final de conseguir el nado en cualquier persona. Aunque se empezó a utilizar como mejora del nado para todos, se ha dirigido más a pacientes con discapacidades del tipo neurológicas.
Por su similitud a la terpia Bobath (otro tipo de terapia para tratamiento neurológico, pero en «seco»), siempre se han relacionado ambas terapias, consiguiendo un resultado similar.
HIDROCINESITERAPIA
Su nombre viene de Hidro = Agua; Cinesi = Movimiento y Terpia = Tratamiento. Es realizar movilizaciones del cuerpo del paciente tanto de forma pasiva como de forma activa, dentro del agua, donde se encuentra desgravitado a una sexta parte de su cuerpo, por ejemplo un paciente de 60 kg, en el agua tendría una percepción de su peso de 10 kg, por lo que se le facilitaría la movilidad de la musculatura (menor fuerza muscular consigue movilidad más amplia).
Se utiliza en lesiones neurológicas que tengan afectación de las neuronas o bien en recuperación de traumatología, cuando la cicatriz se ha recuperado totalmente, pero el músculo necesita algo de potenciación.
ENTRENAMIENTO EN AGUA
Éste es el paso final después de cualquier lesión, o el inicial para entrenamientos en agua que últimamente se están haciendo tan famosos. En la parte de rehabilitación y readaptación, que es la que nos afecta como profesionales sanitarios que somos, podemos conseguir que la lesión reciente, por ejemplo de fractura de húmero, recupere la potencia que tenía previamente a la lesión y llegue a conseguir la movilidad de ese brazo para igualar al otro.
En caso de lesiones más antiguas, podemos conseguir desbloquear poco a poco las limitaciones y las adherencias que nos bloqueen el movimiento del brazo hasta conseguir que llegue a donde queremos. También se puede utilizar para reeducar en el agua patologías del tipo ortopédico como pies equinos o zambos.
Y la pregunta del millón, ¿no tiene contraindicaciones? La verdad es que sí, se vende muy bonito, pero como todo en esta vida, no es perfecto. Por supuesto hay que tener cuidado con la incorporación del paciente al medio acuático, cuando ésto sea un impedimento para la terapia, se debe anular por completo (paciente con hemiplejia, poca movilidad y mucho peso), cualquier tipo de herida abierta o cicatrizante debe ser otro impedimento para el tratamiento en medio acuático, así como enfermedades infecciosas.
Otra de las contraindicaciones es la temperatura del agua, ya que hay usuarios que pueden tener la percepción alterada o hipersensibilidad al frío/calor, con lo que tendríamos otra dificultad para llevar a cabo este tratamiento.
Por lo demás, como es un medio cómodo, agradable en la mayoría de las ocasiones y al cual estamos muy acostumbrados, en mayor o menor medida, ayuda a que la terapia se desarrolle de forma más agradable y con ello obtenemos mejores resultados en menos tiempo.
Pues por hoy hemos resuelto otra duda, pero siempre estamos a la espera de vuestras dudas o sugerencias para seguir con nuestro blog.
Nos vemos la semana que viene